Un juego de rol es una actividad lúdica y creativa en la que un grupo de personas se reúne para interpretar a unos personajes ficticios en un mundo imaginario. Para que el juego funcione, se necesita una persona que asuma el papel de Master o Director de Juego, que es el encargado de crear y narrar el escenario, la trama y las reglas del juego. El Master es el responsable de que el juego sea divertido, coherente e interesante para todos los participantes.
El Master tiene varias funciones y responsabilidades en un juego de rol, entre las que se pueden destacar las siguientes:
- Diseñar el mundo y la ambientación del juego, eligiendo el género, el tono y el nivel de detalle que se quiere dar. El Master puede crear su propio mundo o usar uno ya existente, como el de un libro, una película o un videojuego.
- Crear la historia o aventura que vivirán los personajes, planteando los objetivos, los conflictos, los obstáculos y los giros argumentales que se irán encontrando. El Master puede seguir una historia prediseñada o improvisar sobre la marcha, según su estilo y preferencia.
- Interpretar a los personajes no jugadores (PNJ) que interactúan con los personajes de los jugadores, dándoles personalidad, voz y motivaciones. El Master puede usar PNJ aliados, neutrales o enemigos para dar variedad y profundidad al juego.
- Aplicar las reglas del juego, resolviendo las situaciones que requieran tiradas de dados u otros mecanismos para determinar el éxito o el fracaso de las acciones de los personajes. El Master debe conocer bien las reglas del juego y ser justo y equilibrado al aplicarlas.
- Arbitrar las posibles disputas o conflictos que surjan entre los jugadores o entre los jugadores y el Master, buscando siempre el consenso y el respeto mutuo. El Master debe velar por el buen ambiente y la diversión de todos los participantes.
- Adaptarse a las decisiones y acciones de los jugadores, modificando la historia o el mundo según sea necesario para mantener la coherencia y el interés del juego. El Master debe ser flexible y creativo, sin imponer su visión ni limitar la libertad de los jugadores.
Como se puede ver, el Master tiene un papel fundamental en un juego de rol, ya que es quien lo crea y lo dirige. Sin embargo, el Master no es un autor ni un dictador, sino un facilitador y un colaborador. El Master no juega contra los jugadores ni por ellos, sino con ellos. El Master no cuenta su historia, sino que la comparte con los jugadores. El Master no es el protagonista del juego, sino el catalizador de las experiencias de los jugadores. Por eso, ser Master es una tarea exigente pero también gratificante, que requiere preparación, imaginación y comunicación.